Qué es El Arte de la Erótica

Mi Bienvenida a  El Arte de la Erótica,  mi espacio y  ahora también vuestro. Quien mueve montañas empieza cargando pequeñas piedras.   ...

Psicóloga por vocación, Sexóloga por devoción

Una de las cosas que más me suelen preguntar es por qué elegí mi profesión y, aunque suelo contestar que es algo que va conmigo desde siempre, pienso que mi profesión me eligió a mí y no yo a ella.

El Olfato, nuestro sentido más sexual

Olor a deseos acumulados, a excitación creciente, 
a tu recuerdo. 
Olor impregnando mi cuello, dejándose huntar por ti,
con tus dedos. 
Olor a dulzura, a pasión, a sueños caprichosos,
a caminos sin regreso.
María Ramos

En las relaciones eróticas no solo toman parte nuestro cuerpo y nuestro cerebro, también los 5 sentidos se ponen sobre la mesa y quizás sea el olfato el sentido que más pone de su parte durante un encuentro erótico debido a que las feromonas juegan un papel crucial.


Pero, qué son las feromonas?


Inglés para pervertidos de Venus O'Hara

Autor/es: Venus O'Hara

Editorial: Grijalbo


Lo puedes encontrar en: La Casa del Libro


Resumen: Este libro cuenta con 8 capítulos y cada uno se centra en un tema relacionado con la sexualidad: Salud sexual, el cuerpo, el LGBT, BDSM o el lado oscuro (como ella lo llama), el cibersexo... entre otros. Cada capítulo contiene vocabulario, gramática y unos ejercicios muy peculiares para practicar lo aprendido.




Sí, trabajo en una Tienda Erótica

Es curioso como una profesión tan normalita esté tan estigmatizada en nuestros días y existan aún muchos estereotipos en torno a ella. Los sex shop más tradicionales siempre se han relacionado con lugares lúgubres y sin visibilidad donde la gente entra a escondidas. Y además se relaciona muy rápido el hecho de que quizás encuentres mujeres desnudándose para deleitar la vista de los clientes… pero eso, en mi tienda erótica, no pasa ni de lejos!

La Erótica del Carnaval

Máscara cedida por Máscaras Artesanas

El carnaval es una fiesta que se celebra en muchos lugares del mundo y que cuenta con muchos años de historia, tanto, que los etnólogos descubren en esta fiesta elementos que ya se podían apreciar en antiguas fiestas y en distintas culturas, como las fiestas de invierno o Saturnalias, las celebraciones dionisíacas griegas y romanas como las Bacanales, así como las fiestas andinas prehispánicas y las culturas afroamericanas.

Y aunque haya grandes diferencias en la celebración según qué ciudades o culturas sean las que se visiten, parece que la característica común es la de ser un momento de permisividad y cierto descontrol.

Es una fiesta plagada de baile, diversión y cambio de roles al presuponerse personajes cuando la gente se disfraza y se maquilla. Es una fiesta en la que “todo” vale y se evoca un mundo al revés dominado por la espontaneidad y el caos. Como señala Bajtín: “El Carnaval representa el triunfo de una especie de liberación transitoria, más allá de la órbita de la concepción dominante, la abolición provisional de las relaciones jerárquicas, privilegios, reglas y tabúes” (La cultura popular 15).

Cabe la risa, la juerga, la diversión, las ganas de disfrutar; caben actitudes soñadas y representadas sátiramente. Son momentos de crítica, de atreverse con reivindicaciones grotescas. En definitiva, es una fiesta que se vive con mucha alegría.

Y no sé a vosotros, pero a mí esto me recuerda a algo…

Considero importante destacar antes de seguir, que ni que decir tiene que el respeto y el consenso deben implicitarse en mis palabras. Jamás entendería otra forma de disfrutar, sea en el ámbito que sea.
Y cuando hablamos de disfrutar nuestra sexualidad nos referimos un poco a esto, a salir de todo tipo de regla y tabú, de expresar lo que realmente nos apetece, de liberarnos socialmente para gozarnos, de jugar a ser otro, o a tener otro carácter. Hay quien se disfraza y maquilla para estos juegos, los hay incluso que se cambian de nombre… pero en todo caso se persigue el disfrute, solos, en pareja, o en grupo…

¡Porque gozarnos debería ser una fiesta que durase para siempre!


María Ramos
Psicóloga y Sexóloga