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La Erótica del Carnaval

Máscara cedida por Máscaras Artesanas

El carnaval es una fiesta que se celebra en muchos lugares del mundo y que cuenta con muchos años de historia, tanto, que los etnólogos descubren en esta fiesta elementos que ya se podían apreciar en antiguas fiestas y en distintas culturas, como las fiestas de invierno o Saturnalias, las celebraciones dionisíacas griegas y romanas como las Bacanales, así como las fiestas andinas prehispánicas y las culturas afroamericanas.

Y aunque haya grandes diferencias en la celebración según qué ciudades o culturas sean las que se visiten, parece que la característica común es la de ser un momento de permisividad y cierto descontrol.

Es una fiesta plagada de baile, diversión y cambio de roles al presuponerse personajes cuando la gente se disfraza y se maquilla. Es una fiesta en la que “todo” vale y se evoca un mundo al revés dominado por la espontaneidad y el caos. Como señala Bajtín: “El Carnaval representa el triunfo de una especie de liberación transitoria, más allá de la órbita de la concepción dominante, la abolición provisional de las relaciones jerárquicas, privilegios, reglas y tabúes” (La cultura popular 15).

Cabe la risa, la juerga, la diversión, las ganas de disfrutar; caben actitudes soñadas y representadas sátiramente. Son momentos de crítica, de atreverse con reivindicaciones grotescas. En definitiva, es una fiesta que se vive con mucha alegría.

Y no sé a vosotros, pero a mí esto me recuerda a algo…

Considero importante destacar antes de seguir, que ni que decir tiene que el respeto y el consenso deben implicitarse en mis palabras. Jamás entendería otra forma de disfrutar, sea en el ámbito que sea.
Y cuando hablamos de disfrutar nuestra sexualidad nos referimos un poco a esto, a salir de todo tipo de regla y tabú, de expresar lo que realmente nos apetece, de liberarnos socialmente para gozarnos, de jugar a ser otro, o a tener otro carácter. Hay quien se disfraza y maquilla para estos juegos, los hay incluso que se cambian de nombre… pero en todo caso se persigue el disfrute, solos, en pareja, o en grupo…

¡Porque gozarnos debería ser una fiesta que durase para siempre!


María Ramos
Psicóloga y Sexóloga